Existen diversas opiniones, de las cuales, dentro de las que están en contra de la -tauromaquia- exponen como tal desacuerdo que el toro, además de estar sufriendo una muerte lenta y cruel, acaban con la vida del animal, sin tener derecho, y exponen que debería hacer como en Portugal, ya que allí, torean al toro, pero no acaban con su vida.. ¿Qué diferencia existen entre el toreo Español y el Toreo Portugués..? ¿Es cierto que realmente no acaban con la vida del toro?.. veamos las diferencias y aclaremos todo.
Lo esencial que diferencia las corridas de toros españolas y Portuguesas es el final de la vida del toro.
En España, acaban con el toro al final de la corrida, mientras que en Portugal, no. Ésto, no quiere decir que en Portugal, salven al toro, ni mucho menos, el problema es que la gente que no está bien informada habla sin conocimientos, en Portugal, sí matan al toro, solo que lo hacen a escondidas, en los chiqueros sin que los espectadores lo vean.
El alcalde de Valencia y miembro de Compromís, Joan Ribó, recoendo a los aficionados aceptar corridas ‘a la portuguesa’. La posibilidad de que el mundo del toro en España acepte celebrar las corridas sin matar al animal, como ocurre en Portugal, es prácticamente nula.
“En Portugal también se mata al toro, pero no a la vista de todos”, explica el exdirector de la escuela taurina de Barcelona, Luis Alcántara. “Nuestra tradición es matar al toro, la muerte está en la esencia desde sus inicios”.
Las corridas de toros han consistido siempre en un enfrentamiento entre hombre y animal, donde el destino del toro no es otro que morir, pero no de cualquier forma: hay unas normas muy estrictas, “unos códigos sagrados en los que está presente la lealtad al animal”.
Patricia Navarro, responsable de la sección taurina del periódico La Razón, recuerda que estas normas son las que definen la calidad del desempeño del toreo. “Un torero que realiza una faena grandiosa, tanto con la muleta como con el capote, pero que mata mal al toro, no obtiene el triunfo”. El toreo concede mucha importancia a que se produzca una ejecución limpia y rápida, que no haga sufrir innecesariamente al animal.
En esta tesitura, se mide la calidad, el valor y la precisión de un torero “que debe introducir su espada en una superficie muy reducida, casi como una moneda de euro”. Esta superficie descansa sobre una bestia de media tonelada si se desempeña con tanta bravura que así lo pide el público”. En tal caso, que ocurre muy pocas veces, al animal se le curan las heridas y vive el resto de su vida como semental. “El toro no tiene sentido si no es para morir en la plaza”.
Lo esencial que diferencia las corridas de toros españolas y Portuguesas es el final de la vida del toro.
En España, acaban con el toro al final de la corrida, mientras que en Portugal, no. Ésto, no quiere decir que en Portugal, salven al toro, ni mucho menos, el problema es que la gente que no está bien informada habla sin conocimientos, en Portugal, sí matan al toro, solo que lo hacen a escondidas, en los chiqueros sin que los espectadores lo vean.
El alcalde de Valencia y miembro de Compromís, Joan Ribó, recoendo a los aficionados aceptar corridas ‘a la portuguesa’. La posibilidad de que el mundo del toro en España acepte celebrar las corridas sin matar al animal, como ocurre en Portugal, es prácticamente nula.
“En Portugal también se mata al toro, pero no a la vista de todos”, explica el exdirector de la escuela taurina de Barcelona, Luis Alcántara. “Nuestra tradición es matar al toro, la muerte está en la esencia desde sus inicios”.
Las corridas de toros han consistido siempre en un enfrentamiento entre hombre y animal, donde el destino del toro no es otro que morir, pero no de cualquier forma: hay unas normas muy estrictas, “unos códigos sagrados en los que está presente la lealtad al animal”.
Patricia Navarro, responsable de la sección taurina del periódico La Razón, recuerda que estas normas son las que definen la calidad del desempeño del toreo. “Un torero que realiza una faena grandiosa, tanto con la muleta como con el capote, pero que mata mal al toro, no obtiene el triunfo”. El toreo concede mucha importancia a que se produzca una ejecución limpia y rápida, que no haga sufrir innecesariamente al animal.
En esta tesitura, se mide la calidad, el valor y la precisión de un torero “que debe introducir su espada en una superficie muy reducida, casi como una moneda de euro”. Esta superficie descansa sobre una bestia de media tonelada si se desempeña con tanta bravura que así lo pide el público”. En tal caso, que ocurre muy pocas veces, al animal se le curan las heridas y vive el resto de su vida como semental. “El toro no tiene sentido si no es para morir en la plaza”.
La tradición de la tauromaquia portuguesa incluye espectáculos muy vistosos, que ponen a prueba la habilidad de los toreros, como en el rejoneo, y también la fuerza, como en el forcado. Esta última prueba enfrenta a un grupo de mozos que esperan de pie en la plaza al toro y tratan de sujetarlo.
Los más aficionados al toreo, según explican a (lainformacion.com), viajan a España y Francia para ver corridas auténticas, porque “saben que en Portugal falta algo esencial”, esto es, la suerte suprema.
A continuación expondré un video muestral del rejoneo en Portugal.
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